La ONG World Central Kitchen (WCK) ha solicitado una investigación «independiente» sobre el bombardeo israelí que mató el lunes a siete cooperantes en la Franja de Gaza, con el objetivo de que una «tercera parte» ajena a Israel determine, entre otras cosas, si hubo intencionalidad por parte de las Fuerzas Armadas israelíes en los proyectiles lanzados de forma sucesiva sobre varios vehículos.
«Fue un ataque militar que implicó múltiples lanzamientos y contra tres vehículos de WCK. Los tres vehículos transportaban civiles, estaban marcados como vehículos de WCK y sus movimientos estaban plenamente acordados con las autoridades israelíes, al tanto de su itinerario, ruta y misión humanitaria», explican en un comunicado el consejero delegado, Erin Gore, y el secretario general, Javier García.
Pese a la investigación anunciada por el Ejecutivo de Israel, que ha reconocido la autoría del ataque, los directivos de la ONG han considerado que «una investigación independiente es la única manera de determinar la verdad de lo ocurrido, garantizar la transparencia y la rendición de cuentas de los responsables e impedir futuros ataques contra trabajadores humanitarios».
Le piden a los gobiernos de Australia, Canadá, Estados Unidos, Polonia y Reino Unido –los países de origen de las víctimas mortales– que se sumen a esta petición, con vistas a que un informe externo pueda determinar si los ataques «fueron perpetrados de forma intencionada» e implicaron una violación del Derecho Internacional.
A Israel, la ONG le ha reclamado que «preserve inmediatamente todos los documentos comunicaciones, grabaciones de vídeo y audio y cualquier otro material que pueda ser relevante», con vistas a «garantizar la integridad de la investigación». El Ejército israelí ha atribuido el bombardeo a una «identificación errónea», mientras que el primer ministro, Benjamin Netanyahu, afirmó en su primera reacción que este tipo de incidentes «suceden en una guerra», en alusión al conflicto abierto contra Hamás en la Franja de Gaza.